El equilibrio del Feng Shui

El Feng Shui es una antigua filosofía oriental que cree en el equilibrio del espacio. Es una forma de vivir en armonía con las fuerzas y elementos naturales, a partir de su adecuada disposición en el espacio. Su idea central es que el Chi, nuestro equilibrio, se logra con un adecuado estudio de las principios pasivo y activo del mundo, el Yin y el Yan.

¿Cómo se logra ese equilibrio? Con una adecuada disposición de los elementos con los que convivimos día a día. La decoración de la casa es un elemento esencial para obtener el equilibrio en nuestras vidas.

Están son algunas claves para conseguir un buen Feng Shui en tu dormitorio. Todas ellas dignas de los mejores  cursos en decoración.

Descanso. El Feng Shui atiende sobre todo a la funcionalidad de los espacios, por ello en el dormitorio debe pesar el Yin, la fuerza pasiva.

Colores. El dormitorio, como lo entiende el Feng Shui, debe ser un espacio de colores neutros y suaves, evitando los tonos encendidos, que sobresalten la mirada.

Muebles. No deben resaltar. Lejos de ello, el espacio y lo que contiene debe mezclarse sin estridencias. El conjunto de cama, sábanas, cortinas… debe invitar a fundirse con ellas, a perderse en aras del descanso.

Materiales. Nada de fibras artificiales. Sólo la suave textura de lo natural.

Orientación. Los pies de la cama nunca deben dar hacia la puerta, pue eso hace que la energía del durmiente se pierda. El cabecero es esencial, pues aporta una sensación de contención y seguridad.

Cortinas. De tele opaca, que suavicen la luz sin obstaculizarla.